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Crecí oyendo canciones infantiles rodeada de amor. . Crecí y pues me marche de mi hogar . . Un día trabajando lejos de mi hogar llegó una sra a mi mesa de trabajo con una petición . Escuché su peticiòn y me dije discúlpeme no le puedo vender la del aparador. Sonriò y dijo hágame una tortuga por favor es para mí nieto. La miré y dije lo siento no puedo tejerla tengo trabajo por entregar . La sra volviò a exclamar y dijo por favor volví a decir lo siento no puedo. Mala sra sujetò mi brazo con fuerza y dijo por favor. Es para mí nieto a veces pasamos y a él le encanta la tortuga que usted tejiò para la tienda. Por favor Maestra tejame una. Sin darme cuenta dije está bien la tejeré. Tejí la tortuga. Pasé varios tejiendo la tortuga y cuando daba los toques finales y lejos de mi hogar recordé la hermosa canción de la tortuga Manuelita. En ese momento empecé a sonreír . Al recordar la magia que tenemos cómo niños. niños. Manuelita, Manuelita
Manuelita a dónde vas
Con tu traje de malaquita
Y tu paso tan audaz
En la tintorería de Paris
La pintaron con barniz
La plancharon en francés
Del derecho y del revés
Le pusieron peluquita
Y botines en los pies
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