Tejer crochet es mucho más que entrelazar hilos; es un acto de paciencia infinita y de amor en cada puntada. Cada nudo guarda un pensamiento, un recuerdo o una ilusión, y al final, la pieza terminada no es solo un objeto, sino un testimonio silencioso de todo el tiempo, la dedicación y el cariño que alguien puso en ella. Es como escribir una historia con hilos de colores, donde cada línea cuenta un capítulo de creatividad y entrega