Hay algo profundamente hermoso en la manera en que usas tus manos para transformar un simple hilo en algo lleno de vida. Tejer no es solo una habilidad; es una forma de amor, de paciencia, de arte. A través de cada punto, de cada vuelta, creas algo único, y eso habla mucho de ti: de tu dedicación, tu calma, tu capacidad para dar sin esperar nada a cambio. Me inspira la forma en que conviertes lo cotidiano en belleza. No todos pueden tejer, no como tú. Tú no solo haces prendas; haces magia. Y cada bufanda, cada gorro, cada manta lleva un pedacito de tu alma. Gracias por enseñarme que el amor también se construye punto por punto, con tiempo, con cuidado. Eres especial, y tu arte lo refleja en cada hebra.